Título: El ocho
Bilogía: El ocho 1
Autora: Katherine Neville
Editorial: DeBolsillo
Género: Suspense
Tapa: Blanda
Páginas: 626
Año publicación: 2015
Precio: 10,40 | Dura: 10,00
Un grupo de monjas cruzó la carretera. Sus almidonados griñones se agitaban a ambos lados de la cabeza como las alas de grandes aves marinas. Cuando atravesaron las imponentes puertas de piedras de la ciudad, gallinas y gansos se apartaron con presteza de su camino aleteando y chapoteando en los charcos de barro.
¡Jello!
Hoy os traigo la primera parte de una bilogía, es decir, una saga compuesta por dos libros que me ha fascinado y que tengo que decir que leí gracias a una Feria del Libro de Málaga donde un dependiente de la tienda Comic Store me lo recomendó. Si no hubiera sido por él jamás hubiera descubierto esta maravillosa historia de intriga, acción y muchas sorpresas.
Nueva York, 1972. Catherine Velis, aficionada a las matemáticas y al ajedrez, trabaja en una auditoría como experta en informática. La firma la destina a Argelia, pero, antes de partir, una vidente le lee las líneas de la mano y le advierte de que un grave peligro se cierne sobre ella. Poco después, un marchante de antigüedades hace a Cat una misteriosa oferta: un cliente suyo está intentando reunir las piezas de un antiguo juego de ajedrez que presuntamente se encuentra en Argelia. Si Cat le consigue esas piezas, obtendrá a cambio una generosa recompensa.
Sur de Francia, 1790. Mireille de Rémy y su prima Valentine son dos novicias de la abadía de Montglane. Francia arde en las llamas de la revolución que, entre otros proyectos, pretende aniquilar a la Iglesia y hacerse con sus tesoros. Enterradas desde hace mil años bajo el suelo de la abadía se encuentran las piezas de un ajedrez legendario, que perteneció a Carlomagno. Quien consiga reunir dichas piezas adquirirá un poder ilimitado. Y, para mantenerlas fuera del alcance de quienes pudieran abusar de él, Mireille y Valentine deberán repartirlas por todos los confines del mundo.
RESEÑA
Como ya he dicho, es un libro que no conocía de antes, pero que me alegra haber leído porque me ha sorprendido muchísimo. Sí es cierto que este libro tiene ya sus años, pero es de esas historias que sea cuando sía que la lees, te va a gustar sí o sí.
Es un libro que comienza bastante lento, no voy a engañar. Hasta que empieza la acción, la trama se va desarrollando de manera lenta y con mucha información que irá sirviendo para más adelante, pero que en ese momento parece innecesaria y hasta aburrida. Aunque tengo que decir que todo ello va a servir para que los acontecimientos siguientes se entiendan muchísimo mejor y vayan encajando las piezas muy poco a poco.
Intriga no falta, lo digo desde ya. Cuando la trama arranca después de esos densos capítulos de información, se vuelve vertiginosa y no te da un respiro. Pasado el mitad del libro no puedes parar de leer porque todo comienza a desarrollar con demasiada velocidad y te das cuenta de lo necesario que ha sido que las primeras páginas hayan sido algo más lentas. La historia me parece que tiene cierta originalidad. Aunque es la típica historia de asesinatos, objetos misteriosos con miles de años que todo el mundo quiere y personajes con pasados oscuros y traumas que aún no han superado, a pesar de todos estos ingredientes que hemos visto miles de veces en libros como éste, me ha parecido una historia muy buena y, como ya he dicho, con cierto matiz novedoso que ha hecho que me sorprendiera cada vez más a lo largo de sus hojas.
La protagonista, Catherine, se hace querer, tiene sus más y sus menos y toma decisiones que me han parecido algo absurdas o no las más correctas, pero la autora ha sabido cómo hacer para que este personaje no pase inadvertido y te llegue a lo más hondo, haciéndose un hueco en tu corazoncito. Es un personaje fuerte, con muchos claro-oscuros y ya sabéis lo que me gustan a mí esos personajes que son reales y no perfectos. Este tiene todo eso y mucho más y vamos descubriendo la historia con ella, somos un espectador más de lo que está ocurriendo y no se nos desvela nada cuando seguimos el camino de Catherine. Sí es cierto que esta historia se divide en dos narradores: Catherine y las dos primas, Mireille y Valentine que también tienen su historia muchos años antes que Catherine. Historias que se entrelazan y terminan uniéndose fuertemente para desvelar un secreto guardado desde hacía muchos años que puede cambiar el mundo. Es un poco a El Código Da Vinci pero con mucho más misterio de por medio y mujeres fuertes al mando.
La pluma de la autora me ha sorprendido gratamente. Cuando vi el grosor del libro me asusté un poco. ¿Con tantas páginas merecerá la pena darle la oportunidad? Como no me gustara, a ver quién se leía las seiscientas páginas que componen esta historia sin ninguna gana. Pero Katherine ha sabido transmitir todo lo que necesitaba la trama a través de sus palabras, ha mantenido la intriga en todo momento y sus descripciones me han parecido preciosas, nada pesadas y muy necesarias. A pesar de su grosor, la pluma de la autora hace que las páginas y los capítulos se vayan sucediendo de manera rápida y con mucho sentido. No hay momentos pesados y que te cansen o aburran a la hora de leer. Como ya he dicho, el principio es un poco denso pero muy necesario si se quiere entender en su totalidad la historia y, al fin y al cabo, tiene que presentarnos a los personajes si queremos entenderlos y cogerles cariño.
Si os gustan las novelas como la de El Código Da Vinci, como he dicho anteriormente, o similares, no os podéis perder este comienzo de saga. Es una bilogía pero tengo que decir que se puede leer perfectamente como autoconclusivo porque todo queda muy bien cerrado y atado, sin cabos sueltos. Yo quiero leerme la segunda parte, sobre todo, para saber qué ha hecho la autora con la continuación porque, como ya digo, no me quedé con el gusanillo de saber qué más podía pasar. Sinceramente, para mí ya había terminado la historia con este libro y hace poco me enteré que tenía segunda parte y me sorprendió. La leeré más que nada por curiosidad.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
La música puede convertirse en matemáticas, cabe añadir que con resultados sorprendentes. El Arquitecto que diseñó el universo la creó de esa manera. La música tiene el poder de crear el universo o de destruir la civilización.
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