Titulo: El escapista
Autor: Javier Sebastián
Editorial: Alianza
Género: Suspense
Tapa: Blanda
Páginas: 212
Año publicación: 2020
Precio: 15,20 | Kindle: 12,33
Ser uno de los hombres más altos del mundo no me impide ver las cosas de cerca. Me agacho para mirarlas a la distancia a la que lo hacen los demás a las cojo con la mano y me las llevo a los ojos. Pero no todo es tan sencillo, porque si extiendo los brazos con un periódico en la mano apenas distingo las letras, me quedan demasiado lejos.
¡Jello!
Hoy os traigo otro libro que he podido leer gracias a Babelio a través de su Masa Crítica. Si no sabéis de qué os hablo, os dejo un enlace aquí de mi anterior reseña con otro libro que pude leer gracias a esta iniciativa tan genial para todos los amantes de los libros. El primero fue literatura infantil y con éste ya pasamos a literatura más adulta. Además, esta Masa Crítica fue en el mes de la Literatura Policíaca y este libro no puede estar más dentro de esa lista. Sin más dilación, pasemos a la reseña que para eso habréis venido.
SINOPSIS
Ser uno de los hombres más altos del mundo implica ciertos inconvenientes. Sin embargo, también tiene sus ventajas. Sobre todo, si uno recibe un disparo, necesita un riñón de recambio y tiene un gemelo que se lo puede prestar. No hay donante más apto. Otra ventaja: uno puede sustituir al otro, como hace Carmelo, uno de los dos protagonistas de la novela, cuando empieza a vivir la vida de su hermano, por quien se cambia para que salga de la cárcel. ¿Y si Rafael se hubiera estado ganando la vida con el tráfico de órganos? Por su parte, también Rafael empezará a hacerse preguntas. ¿Y si Carmelo fuera el jefe de un grupo terrorista? Un crucero lleno de revelaciones inquietantes, unos días en Córcega, una fuga. Y la constatación de que sus vidas no volverán a ser las que fueron.
RESEÑA
Tengo que confesar que esa sinopsis que aparece en el libro no me parece la más adecuada porque destripa mucho de la historia y hay partes en ella que me hubieran sorprendido más si no llega a ser porque en el resumen de la contraportada aparece demasiada información crucial. También es cierto que si no llega a ser por esa sinopsis, quizá el libro no me hubiera llamado tanto la atención. Es un amor-odio que no se puede separar el uno del otro.
Dejando a un lado la sinopsis y sus destripamientos, el libro me ha sorprendido muchísimo. Esperaba un libro de intriga y de suspense, pero he encontrado mucho más. Tiene humor un poco negro, una relación entre dos hermanos gemelos que han pasado cada uno lo suyo y cómo te va desvelando el autor información sobre ellos con cuenta gotas para que te sorprenda todo mucho más pero en la medida justa para que no puedas dejar de leer y otros ingredientes que hacen que sea una lectura adictiva. Estoy aunado a capítulos cortos y con mucha acción que hacen que no puedas dejar de leer en ningún momento.
Los personajes son la noche y el día. Por un lado tenemos a Carmelo, el niño bueno, el que siempre intenta hacer lo correcto y por otro a Rafael, el rebelde, el que va a la cárcel. Admito que mi favorito ha sido Carmelo, aunque tenga sus secretos y haya hecho cosas que son un poco escabrosas, no tiene ni punto de comparación con lo que ha hecho su hermano y va haciendo a lo largo de la historia. El libro se divide en ocho capítulos y cuatro pertenecen a Carmelo y los restantes a Rafael. Las historias de ambos, narradas en primera persona, nos cuenta la vida de cada uno, cómo llegaron a donde están y cómo van a vivir a partir de ese momento sabiendo lo que saben el uno del otro. No solo vamos descubriendo cómo son, también vamos viendo a lo largo de las páginas cómo ellos van descubriendo cosas del otro que jamás pensaron que harían. La intriga está desde la primera página cuando Carmelo llega a la cárcel para hablar con Rafael y ésta no cesa hasta el final.
¡ESAS ÚLTIMAS PÁGINAS, MADRE MÍA! Es el final más épico e inesperado que creo recordar haber leído nunca. No me los esperaba para nada. Y el autor ha sabido muy bien ir hilando todo para que éste cobre mucho más sentido y no te quedes con la espinita clavada, pensando que ese final está de pega y que podría haber sido de otra manera. Pero no, no puede ser de otra manera. Aun así, me sorprendió tanto que tuve que leerlo dos veces más para cerciorarme de que sí, había terminado el libro y era así como lo hacía. Me ha parecido brutal.
La pluma del autor es maravillosa. Certera, sin florituras y con una ligereza y profundidad al mismo tiempo que hace que no puedas despegar los ojos de sus palabras. Sabe muy bien cuándo mezclar datos reales referentes a la estatura de los hermanos o sobre los rumores que hay sobre los gemelos sin que la trama central pierda fuerza o interés. Equilibra muy bien las partes de acción con las partes más calmadas llenas de información necesaria para la trama. Hay un equilibrio perfecto. Esto también se nota en sus personajes, sobre todo en los principales. Existe un equilibro entre ellos: ninguno es tan bueno ni tan malo como parece desde un principio. Eso sí, como ya he dicho, Carmelo me resulta más empático que Rafael, no sé si es porque la historia empieza con él y con una situación muy complicada o porque a lo largo de la trama Rafael se vuelve un tanto engreído; pero Carmelo me resulta más entrañable, todo lo entrañable que pueda resultar una persona que lidera un grupo terrorista, todo hay que decirlo.
Es un libro de altibajos que no te da un descanso en ningún momento. No hay parones ni situaciones que parecen estar puestas de relleno, ni momentos donde baja demasiado la intensidad hasta un punto en el que puede llegar a aburrir. Para nada ocurre esto, es una montaña rusa constante donde aparecerán muchos personajes que tendrán un cometido importante en la historia.
Si os gustan los libros de intriga, diferentes y con una trama oscura, no podéis dejar pasar la oportunidad de leer este libro porque no os va a dejar indiferentes.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
A veces los hombres descomunales nos sentimos poca cosa y muy perdidos. Lo sé porque cuando llega la pena es proporcional a mi tamaño. Se diría que caigo desde muy alto, lo que hace que el descalabro sea mayor.
PUNTUACIÓN:
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